13-11-2025
Fuente: Al Momento.net
Estas han sido probablemente, las elecciones más críticas en 50 años de vida política en la Gran Manzana y es así porque los dos grandes partidos del sistema viven una etapa de lucha y renovación interna, motivada por el retorno al poder de un “outsider” de la política, como lo es el presidente Donald Trump.
El hecho de que Trump pudiera volver a la Casa Blanca motorizó una serie de acciones por parte de los demócratas, a veces sin pensarlas, pero otras tantas muy bien discutidas y mucho mejor ejecutadas.
El asunto empezó el mismo día 20 de enero de 2025, cuando el Presidente pronunció su discurso de toma de posición desde el Capitolio. Sorpresivamente pude confirmar que apenas cinco minutos después de terminar y estando todavía en el recinto Trump, ya se difundía en los medios de comunicación y a nivel nacional la, réplica de los demócratas al susodicho discurso; el expositor era el Representante Adriano Espaillat (D-13), a la sazón, Presidente del Caucus Latino de la Cámara Baja.
A partir de ese momento, el Partido Demócrata puso en marcha su estrategia para hacer oposición a la Administración Trump en su segunda edición. Aparentemente, en ese momento o ligeramente después, decidieron “radicalizar el discurso para confrontar el Gobierno republicano”. De esa manera, en lugar de buscar puntos de convergencia, optaron por la oposición cruda contra Trump.
Es así como aparece Zohran Mamdani, un hombre joven nacido en Uganda, de padres provenientes de India, musulmán y diciendo lo que los votantes quieren escuchar. Gana las primarias demócratas con relativa facilidad y orquesta una campaña muy singular, por la gente que tiene a su alrededor.

Logró integrar a su equipo una legión de jóvenes voluntarios, apenas superado por Barack Obama y se gastó sobre los 12 millones de dólares.
Pero este es solo el aspecto formal de la contienda. Hay otros parámetros donde no resulta tan sencillo explicar la dinámica desarrollada, ni la serie de situaciones que hubieron de presentarse para garantizar el triunfo.
Lo primero es que a Trump le resultó imposible decidirse por Eric Adams, porque nunca superó el mínimo de simpatía requerido para apoyarlo, aunque sí lo exculpó de las acusaciones que de seguro lo hubieran sacado de contienda.
Sus propios compañeros de partido lo hicieron saltar, mientras Andrew Cuomo trataba de aprovecharse de su caída. Con el triunfo de Zohran en las primarias, Cuomo tiene que moverse al carril independiente, dejando al muchacho como heredero único de una fortuna, que es la superioridad que los demócratas tienen en Nueva York sobre cualquier otro partido.
En tales circunstancias, Trump decide no apoyar a ningún candidato, ni siquiera a Curtis Sliwa, que es republicano, pero que no tiene chance alguno. Parece que el Presidente entendió que ya no había forma de detener a Mamdani y por tanto le resultaba menos engorroso que ganara sin su oposición. Luego inexplicablemente se pronuncia en favor de Cuomo, pero de forma indirecta.
En medio de todo este embrollo resalta la ambivalencia del liderazgo dominicano. Deciden apoyar a Mamdani, pero a última hora; mientras otro grupo muy pequeño
mantiene su apoyo a Cuomo.
No hubo forma de que compactaran el voto a favor de uno u otro candidato, y esa discordancia, mas temprano que tarde nos afectará negativamente.
Los dirigentes están para guiar las masas en sus luchas, no para marchar detrás de ellas y cuando una comunidad residiendo en el exterior acusa tales debilidades es muy difícil que pueda sobreponerse a las naturales agresiones y envestidas de los grupos étnicos dominantes, políticamente y socialmente hablando.
El momento actual es la prueba mas exacta de lo que pretendemos establecer. No hay manera de responder con propiedad a las agresiones que estamos sufriendo, como inmigrantes que somos en esta nación, cuando nuestra clase dirigente no es capaz de compactar actitudes y presentar un frente de lucha común.
Mas allá de que en realidad existen grupos delincuenciales entre la gente que trata de cruzar la frontera, es absurdo asumir que ello justifica las desproporcionadas acciones de la Administración Trump contra todos los migrantes que hoy vivimos en USA.
Si se pasa balance a la historia de esta nación de inmigrantes, podemos afirmar sin ninguna duda, que la generación que hoy toca las puertas de USA por la frontera Sur, es tan honorable como lo fueron los peregrinos que arribaron por el norte de América a partir del siglo XVII .
Tan trabajadores y bien intencionados los latinoamericanos que llegan caminando a pie por Texas o California, como lo eran los europeos que llegaron por Cay Cod a bordo del Mayflower, aquel memorable 9 de noviembre de 1620.
La diferencia entre la “Vuelta de Nueva Inglaterra” y la “Vuelta de México”, es tan solo en el número de personas que busca el anhelado “Sueño Americano”; y tiene su explicación, porque para el año 1620 la población mundial era de unos 500 millones y en 2025 es de más de 8,200 millones.
Quise presentar esta pictórica de la llegada de Zohran Mamdani a la alcaldía de Nueva York, para mantener este momento histórico en el contexto que representa para todos nosotros en Estados Unidos. Zohran es un inmigrante, nacido en África y que profesa la religión musulmana, pero que además, solo tiene 30 años de edad.
Ya veremos si sus promesas son tan viables como las presentó en su campaña y qué tan lejos estamos de asimilar a plenitud el significado y la trascendencia de tener un milénial al frente de la ciudad más importante y compleja del mundo.
Sabemos que las interrogantes serán mas de las que imaginamos; pero lo que si tenemos bien claro es que Zohran Mamdani el Alcalde de Nueva York, debe hacer contacto lo mas pronto posible con Donald Trump el, el Presidente de Estados Unidos. Ambos se necesitan mutuamente.
