Por: Ángel B. Almonte
SANTO DOMINGO.- La coordinadora del programa Red de Líderes Mediadores Comunitarios por una Convivencia Pacífica para Prevenir y Reducir la Criminalidad (RELMEC), magistrada Sonia del Carmen Espejo, destacó hoy lunes la colaboración de decenas de jueces de la Suprema Corte de Justicia,
«Durante dos años, los jueces han facilitado su tiempo, profesión y dedicación en la formación de los líderes mediadores comunitarios en el programa RELMEC, de manera gratuita».
La (RELMEC) ha alcanzado un hito significativo en todas las provincias del país, gracias a un esfuerzo conjunto entre el Ministerio de Interior y Policía, el Ministerio Público y la Iglesia Católica, precisó la magistrada Espejo.
La Magistrada Sonia del Carmen Espejo, Procuradora General de Corte de Apelación y coordinadora del programa, dijo que el objetivo principal es fortalecer las capacidades de líderes comunitarios y juveniles para la mediación de conflictos en todo el país.
El programa de formación de mediadores de conflictos en las provincias, representa un modelo exitoso de intervención comunitaria, enfocado en la prevención de la violencia, fomento de la convivencia y la promoción del diálogo como herramienta de transformación social.
Bajo el lema: «Comunidad, intégrate y habrá paz, 24/7», esta iniciativa ha logrado importantes avances, agradeciendo sobremanera a la honorable Jueza Nancy Salcedo.
Este programa no solo se limita a la formación técnica de los mediadores, sino que también fomenta valores esenciales como la empatía, la escucha activa y el compromiso social, fundamentales para la construcción de una sociedad más justa y equitativa.
De acuerdo a los datos dados a conocer por la magistrada Sonia del Carmen Espejo, en un periodo de 3 meses durante 3 horas por semana incluida una formación práctica, se logró formar a los participantes de Hato Mayor, lo mismo ha ocurrido en las demás provincias del país donde ha llegado el programa.
Es el Ministerio de Interior y Policía, es el encargado de implementar políticas públicas orientadas a la seguridad ciudadana y la convivencia pacífica. El Ministerio Público, representantes de la sociedad, a través de su compromiso con la justicia restaurativa y la prevención del delito, el cual garantiza la buena convivencia.
La Iglesia Católica, cuyo respaldo ha sido clave para fortalecer, la convivencia, los valores de paz y solidaridad en las comunidades, indicó la Coordinadora del Programa.
Los logros alcanzados en esta etapa inicial no solo reflejan el compromiso de los líderes formados, sino también la capacidad de las instituciones y facilitadores para articular esfuerzos en favor del bienestar colectivo. Este programa se ha consolido como un referente nacional para la construcción de comunidades más pacíficas y cohesionadas.
En Hato Mayor, por ejemplo de los 29 sectores intervenidos, estos representan una diversidad de entornos donde los conflictos, que en su mayoría surgen por diferencias vecinales, desacuerdos familiares o problemas relacionados con el uso de espacios públicos, encontraron soluciones pacíficas gracias a la aplicación de herramientas de mediación aprendidas durante la capacitación.
En este sentido, explica la magistrada Sonia Espejo, el enfoque del programa no solo resolvió situaciones específicas, sino que también dejó capacidades instaladas en cada sector, permitiendo que las comunidades tengan ahora recursos humanos preparados para abordar futuros desafíos.
Además de enfrentar futuros desafíos, reforzamos a su vez el trabajo en red con las instituciones participantes, que desde su integración asumieron roles activos para garantizar la sostenibilidad del programa, siendo esta articulación interinstitucional una de las fortalezas más destacadas de la iniciativa en su conjunto, sostuvo Espejo.
En Hato Mayor, el programa capacitó a 137 líderes en mediación de conflictos, consolidando un equipo diverso y comprometido para el fortalecimiento de la convivencia pacífica. Los resultados se desglosan en las siguientes áreas clave, 48 participantes son líderes comunitarios, representando un pilar esencial para la gestión de conflictos en sectores clave.
También: 89 participantes son líderes juveniles, reflejando el compromiso de empoderar a las nuevas generaciones como agentes de cambio y promotores de la paz; 77 mujeres participaron activamente, demostrando el papel preponderante de las mujeres en la construcción de soluciones sostenibles en sus comunidades.
Sectores intervenidos en Hato Mayor:
Se abordaron conflictos en 29 sectores, marcando una cobertura significativa en la provincia y promoviendo la resolución pacífica de desacuerdos en diversos contextos.
Un total de 20 instituciones se sumaron al programa, consolidando una red interinstitucional sólida que facilita la implementación de estrategias de mediación y fomenta la sostenibilidad del proyecto.
Durante el desarrollo del programa, se gestionaron y resolvieron 63 casos menores mediante el diálogo y la mediación, evitando procesos judiciales innecesarios y fortaleciendo la cohesión social en las comunidades atendidas.
La formación fue posible gracias al acompañamiento de 19 facilitadores, expertos en su área formativa, que de manera gratuita accedieron a formar parte de la capacitación, quienes aportaron sus conocimientos y habilidades para garantizar una formación integral y práctica.