EDITORIAL
15-04-2025:
DE LA PLUMA DEL ABOGADO, COMUNICADOR Y POLITÓLOGO, JESÚS HERNÁNDEZ
QUÉ NOCHE TAN OSCURA
La noche vestida con su mejor gala, mientras una suave frisa se envolvía en las frondosas cabelleras de una clase orgullosa de su crecimiento económico, que llegaban al lugar en el que más tarde y sin prisa sería convertido en un segundo infierno después de San Cristóbal.
No había tiempo para mirar el entorno ni para el saludo, ya que, bastaba con un vistazo para saber quién era quién, nunca un pantano había sido testigo de tanta opulencia, a pesar de que los Cocodrilos escondidos en las grietas de las paredes jugueteaban por el festín que le venía.
Las paredes y el techo dormían, se sentían cansadas y agotadas por las noches de bohemias a las que estaban sometidas, nadie le pasaba la mano, se sentían abandonadas y despreciadas, pero era su suerte de ahí que, nunca gritaron para no afectar el crecimiento aunque, a la conciencia de vez en cuando le susurraban el dolor que sentían por el peso del techo que asechaba como lobo hambriento para caer sin contemplación
A pesar del sufrimiento, nadie se interesaba por ellas, ya que, solo eran usadas como símbolo de fiestas y alegría, pero como siempre, eran testigos mudas de que a la Sociedad Dominicana, nada le importa ni siquiera su propia seguridad.
La noche con su velo reía mientras las paredes sentían el peso de la conciencia y sufrían de cansancio y dolor, pero también la noche quería descansar, así que, noche y paredes ya habían tomado una decisión, no aguantaban más, se sentían burladas y abandonadas y entonces decidieron tomarse el descanso que le habían negado.
Así que, entre copas y ruidos dijeron basta ya, a partir de ahora bailarán al compás de los estruendos, nos cansamos de esperar a que nos hicieran caso, pero y a pesar de que somos las responsables del lucro ni siquiera nos dieron una simple mano de pañete, de ahí que, cansada por la carga que ya no podemos soportar les digo adiós, fueron las últimas palabras de las paredes que ya dobladas por el peso del techo no tuvieron más que ceder y todo se derrumbó. JMH