Por: Ángel B. Almonte
MAO,VALVERDE.-El Instituto para el Desarrollo del Noroeste (INDENOR), realizó en el día de ayer miércoles, la celebración de la palabra y Retiro de Reflexión para el personal, el cual estuvo a cargo de monseñor José Sinencio Peralta Checo, presidente de la institución y Vicario General de la Diócesis Mao-Montecristi.
Nos adentramos en el corazón de la Semana Santa, la Palabra de Dios nos sitúa en la Última Cena, en ese momento íntimo y solemne en el que Jesús, rodeado de sus discípulos, pronuncia palabras fuertes: “Uno de ustedes me va a entregar”.

Este pasaje no solo habla de traición, nos habla también de lealtad, de conciencia, y sobre todo, de coherencia entre lo que creemos, lo que decimos y lo que hacemos, dijo el reverendo Checo al personal de INDENOR.
En este contexto, quiero invitarlos a reflexionar sobre tres valores fundamentales que tienen tanto sentido en este Evangelio como en nuestro ambiente laboral: la disciplina, el compromiso y el rendimiento.

La disciplina no es solo cumplir horarios o seguir normas, es tener orden interior, vivir con propósito, ser fieles a lo que se nos ha confiado, aunque nadie nos esté observando. Judas, aunque estaba cerca de Jesús físicamente, había perdido el rumbo interior. Y cuando se pierde la disciplina del corazón, se desordena todo lo demás.
El compromiso, por su parte, es la capacidad de responder con responsabilidad a la misión que se nos ha asignado, cada uno de ustedes aquí presente, tiene una labor en esta institución de desarrollo.

No es un trabajo más, es una misión que impacta vidas, que transforma realidades. Comprometerse no es solo “estar presente”, sino dar lo mejor, aunque cueste, aunque no siempre se reconozca, precisó el sacerdote y presidente del INDENOR.
Y el rendimiento no solo se mide en resultados visibles, sino también en calidad humana, ser eficientes, cumplir metas, claro, pero sin perder el alma.
Porque rendir en el trabajo no es solo producir, sino también construir relaciones sanas, promover el respeto, actuar con integridad. El rendimiento verdadero incluye valores.
Jesús nos da el ejemplo: Él no escapa a su misión, el cumple hasta el final, con disciplina, con compromiso, con entrega; incluso sabiendo que sería traicionado, permanece fiel. Y eso es lo que hoy nos inspira y desafía.
La misma fue realizada en el salón de conferencias “Mons. J. Tomás Abreu Herrera”, ubicado en el segundo nivel del Instituto.