Comisión Nacional Electoral: sello gomígrafo del Marcelino Vega

EDITORIAL

9-1-2025

Por: Julio Disla, miembro del CDP

La Comisión Nacional Electoral (CNE) del Colegio Dominicano de Periodistas ha dejado en evidencia que no respondía al reglamento electoral, sino a los intereses de los tres perversos que controlan el movimiento Marcelino Vega. Sus actuaciones no buscaban garantizar democracia, sino blindar privilegios.

Una inhabilitación sin fundamento

La inhabilitación del periodista José Beato fue ilegal, arbitraria y usurpadora. La CNE alega que su membresía fue aprobada por 4 de 7 votos, como si eso restara validez. Pero el reglamento interno del CDP no exige unanimidad para que una resolución sea válida. Si lo exigiera, todas las decisiones de la CNE serían nulas, porque jamás fueron adoptadas por unanimidad.

“La CNE no tiene jurisdicción para decidir quién es o no miembro del CDP; su función es meramente organizar elecciones, no excluir candidatos.”. Sus atribuciones están pautadas en los artículos 10,25,26 y 29 del reglamento electoral vigente

El fraude del voto asistido

La Comisión mostró su refajo de sello gomígrafo cuando intentó imponer el voto asistido y en casa. El reglamento electoral es categórico: el voto es presencial en los centros establecidos. Introducir figuras inexistentes es una maniobra fraudulenta que hiere de muerte la credibilidad del proceso.

“El reglamento no estatuye voto en casa ni voto asistido; fue un invento para favorecer a un grupo.”

Elecciones inválidas por baja participación

El reglamento electoral es claro: las elecciones solo son válidas cuando vota el 51 % de la membresía. Sin embargo, apenas participaron 1,200 periodistas de un padrón de 4,800. Eso representa solo un 24 %. En consecuencia, estas elecciones fueron ilegítimas y nulas de pleno derecho.

El caso de Manuel Quiterio Cedeño

Resulta inevitable plantear la posibilidad de solicitar la revocación del Premio Nacional al Periodista del año otorgado a Manuel Quiterio Cedeño, ya que su actuación como presidente de la Comisión Nacional Electoral (CNE) desdice cualquier señal de transparencia y de apego a la normativa institucional del CDP. Convalidar su distinción sin cuestionar este proceder, es legitimar la arbitrariedad y el retroceso democrático dentro del gremio periodístico.

Llamado a la base periodística

El CDP no puede seguir siendo rehén de tres dirigentes que se creen dueños del gremio. Es hora de levantar la voz, reclamar la democracia interna y rescatar la dignidad del periodismo organizado.

“El gremio no es patrimonio de un trío; es la casa común de todos los periodistas.” Hoy el desafío es claro: defender el reglamento, desconocer elecciones inválidas y exigir procesos transparentes. Solo así podremos reconstruir un Colegio Dominicano de Periodistas digno de su historia y de su misión.

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